18 abril 2011


El destino


Como mueven las olas al mar
mueve al mundo lo que es el destino
sin saber dónde puede llegar
sin saber lo que venimos.

Sin saber si  haremos bien o mal,
sin saber para lo que existimos,
esperando aquello que nos dan
lo que tenga, para ti escogido,
la sorpresa del bien o del mal
lo que un día sin querer tuvimos
lo que quieras quizás lo tendrás,
si un día lo puedes recordar
todo aquello que un día vivimos.

El presente será lo que veas
el futuro no está conseguido
el pasado ya no volverá
se marchó con su amigo el olvido.

Siempre tendrás la ilusión
de poder conseguir tu objetivo
la esperanza no debes perder
por si algo quedo en el camino.

Será, lo que tenga que ser
lo que un día te cedió el destino.

Yo quería esculpir y pintar
proyecté, dibujé mil motivos
ahora cuando voy hacia atrás
ahora leo, emborrono y escribo.

José González García


NUEVO  PRESENTE


         Cerré mi pasado con un cerrojo,
    enamorado de un nuevo presente,
    esa luz que encuentro al mirar sus ojos,
    tan diferente entre un montón de gente.

         Es un mar y al atardecer me mojo,
    relajando mi corazón y mi mente;
    y me hallo completamente desnudo,
    callo y los labios besados son mudos.

         La llave del cerrojo me abrió el cielo
    celeste con nubes de algodón tiernas,
    como en la feria… dulce caramelo.
    Deseando que esta dicha sea eterna,

         que no se vuelva áspero el terciopelo
    y que reposando sobre mis piernas
    escuche sus palabras, su latido
    con el mío, por ella enloquecido.

Raúl López

Si,
ver,
saber,
mirarte
y después,
en segundos,
sorber tu imagen,
beber en tu alegría,
soñar con un futuro en
que los dos, estemos juntos.
Veré cada mañana al despertar
el sol. Buscaré cada noche a tu lado
oliendo en tu piel, este deseo nuevo,
esta lujuria que serena, despierta
que me alegra la vida triste
que sufría hace tiempo,
imaginando. Pero que
con tu ayuda, sí,
con tu ayuda
inundaré
sin duda
de ti.
Ser.
Sí.

La luna alumbra
a una noche clara
las estrellas brillan
como el lucero, del alma.

Veinticuatro de Abril
se apagó la llama
de un corazón cansado
que luchaba por alargarla.

Dejó su tierra
para venir a Fuenlabrada
acompañando a sus hijas
a las que ella amaba.

Su corazón dulce
fue, como la miel de su alcarria.
Lo trabajó con fuerza
para que no amargara.

Sus palabras tristes
alegres se notaban
de una mujer luchadora
que vivía y luchaba.

Se llevó el recuerdo
de unas dulces palabras
de su hija María Ángeles
que para ella, le recitaba.
Y a su hija Esther
como a una amiga, la llamaba
la tenía a su lado
para lo que la necesitaba.

Así era la señora Dolores
de muchas palabras
de una sonrisa corta
y de mucho amor, que daba.

Su yerno Felipe
la traía y la llevaba
siempre despacio
para que ella, no se mareara.

Fue la abuela
del nieto que adoraba
desde que fue niño
creciendo, le miraba.

Así se fue
con el recuerdo que guardaba
se fue a su tierra
y regresó a la Alcarria.

Descansa su cuerpo
en su querida tierra
donde están sus seres queridos
los que se fueron, antes que ella.


José Gonzalez

Mi niña pequeña


Mi niña pequeña, mi tesoro
Eres tan guapa, tan linda
No sabes como te adoro
No diste tiempo a la espera
Querías llegar ya, tenias prisa
Para mi tan deseada
De los frutos, la mejor
Te quiero desde hace tiempo
Aunque solo tienes dos meses
Me lo había dicho el viento
Vendrá lo que te mereces
Una niña preciosa ha nacido
Me miras, ajo me dices
Yo estaré siempre contigo
Y que no me toquen las narices.

Elena Mijes

Sueños


Trepé hacia la cumbre,
subí iluminada por esa luna dorada,
burlona. En su carita yo,
dibujé tu boca, con una sonrisa
pícara, graciosa.
En lo alto, el viento llevaba toda su furia,
soplaba fuerte, como si estuviera enfadado.
Las estrellas destellaban en ese amanecer
deseando que la luna no se fuera.
Yo, seguí esperando que volaras junto a mí,
Águila de alas blancas,
que me depositaras en una nube,
volar hacia una estrella y allí,
posar nuestras almas.
Luego, salió el sol
una bola de fuego que
iluminó los valles, las cumbres
y llenó de vida los árboles y con ellos,
la luz de estas dos almas,
que se juntan en el cielo.
Pero todo era un sueño.
Mi dicha es volver a soñar de nuevo
con mi águila, que vuelva y me lleve
sobrevolando a mi estrella y allí,
juntos, soñemos con estos recuerdos.
Mi corazón se puso tan alegre
como si una nota de gaita
cantara en el cielo.



Marisol Gallego

LA LEYENDA

Tras los acantilados de Gerona
una bonita leyenda se escucha,
la predican el va y ven de las olas
y los escondrijos de las rocas la susurran.
En otro siglo en que el paraje era similar
al atardecer se bañaba una joven princesa,
su belleza era tan espectacular
que el mar se quedó prendado de ella.
El sol le dedicaba sus cálidos rayos de la tarde
bronceando con brillo su morena piel,
el mar le brindaba su suave oleaje
para acariciar su cuerpo de gran mujer.
La muchacha disfrutaba de aquel solitario lugar
al tiempo que se alzaba la marea,
pero un día la compañía quiso cambiar
por el de un apuesto joven de clase media.
Ante el rechazo de la realeza por aquella relación
su amor se escondía tras esos acantilados,
sus siluetas se marcaban en la arena tras su pasión
y los celos del mar sacudían con furia el océano.
Hasta que ya no pudo controlar su rabia
y aprovechando en el instante que se bañaban los dos,
arrastró hacia dentro al chico mientras que ella gritaba
y cuando su resistencia se agotó una ola le sumergió.
Desde entonces las piedras están más oscuras
y la marea al atardecer se calma,
porque la conciencia del mar se perturba
por ahogar sin querer también a su querida dama.
El dolor del mar se transmite por la brisa,
los rocosos muros exponen su soledad,
la luna refleja a su amada paseando por la orilla
protegiendo así alma y mar en la eterna intimdad.

Yolanda Iscar

AL TORO


Toro zaino y traidor
que un día conquistaste mi corazón.
En la plaza llevas el compás
del son, que bailas con el gran señor.
Sus pasos son elegantes
de una alta clase.
Tu cuerpo alzas al cielo
como un gran aventurero.
Destreza y valor
frente al toro con pasión.
Desafío, frente a frente
el sentimiento les envuelve.
Coraje y cordura
ante la envestidura.
Capotazos van y vienen
la emoción vibra en el ambiente.
¿Quién de los dos ganará?
El destino decidirá.
Flores y besos lanzan al aire
el sol brilla esta tarde.
Con mi sombrero negro
diviso al torero.
Quiero abrazarlo
y no puedo.
Todos de pie , frente al ruedo
¡aplausos!, algunos se van yendo
me quedo la última y pienso,,
¡yo quiero ser torero!
La embriaguez me abraza
pero no me arrastra.
Me siento viva, alegre
el alma me puede.
Con mente y cuerpo torero,
alzo la mirada del ruedo,
para no olvidar jamás
una corrida tan excepcional.

VENCIO.

Toñi

SOCIEDAD LIMITADA     A mi hijo Sergio, el penúltimo apache.   
Seguro que la mejor historia juntos, será la que todavía nos falte por recorrer…
Transcurrirá en varios capítulos, como fascículos mensuales del kiosco. Y hasta que no acabe la colección, esperaré con ansia cada nueva entrega, de una historia que echo a andar, en los atardeceres del último milenio.
En la primera entrega publicaremos, esos inicios tuyos con la tabla de “Skate”, tu particular alfombra mágica con ruedas, que unido siempre a tus zapatillas, como si con adhesivo se tratase, parece gozar de vida propia, dando saltos y giros inimaginables.
Luego y mediando la primera etapa, vendrán esa medallas de oro, que a buen seguro irán cayendo en atletismo de medio fondo. Y si continuas con esa ilusión y la maldita rodilla te lo permite. ¿Quién sabe a donde te podrían llevar esas piernas?
Ahora que llevamos algún tiempo caminando juntos. Que no nos detuvo el sol más férreo, ni el aguacero más injusto. Que no nos importa ascender por las paredes más altas, ni cruzar los ríos más injustos.
Quizá, sea este un buen momento para detenerme a meditar y fijarme,  en lo mucho que me recuerdas a mí, en gratos y sencillos aspectos de tu vida: Como ese trato fácil en diferentes ambientes, o esa innata facilidad para rodearte de amigos.
Después, nuevas adquisiciones llenarán tu entorno, unas seguro te darán confianza y nuevos motivos para seguir caminando, mientras que otras restarán equilibrio al conjunto, pero estrictamente necesarias ambas, en cualquier sociedad limitada que se precie.
Una vez completado este primer bloque, y ya que el futuro sin llegar sólo se puede intuir. Posponemos la siguiente entrega, prometiéndote, que con sumo gusto te escribiré la próxima, si algún día, -espero todavía muy lejano,- te veo con un pañal entre las manos, y tu apache es la mitad de feliz que tú fuiste.
José Florín

LA VIDA

Sin apenas darnos cuenta
la vida se va pasando,
pasan corriendo los días,
pasan corriendo los años.

Luchar por lo que se desea
de un modo apasionado
sin perder la fantasía
hasta poder alcanzarlo.

Apenas nada nos queda
ya de aquello que soñamos,
perdiéndose en la memoria
todo se ha ido olvidando.

Ahora lo que se intenta

es poder ir aguantando
la vida con alegría
y poder irlo contando.

Que la vida no nos venza,
tendremos que ir soportando.
Aquello en lo que creías
ansialo hasta lograrlo.


                                                                  FLORI.

Le ve

Amigo Maupassant:
Permíteme que te escriba una carta sabiendo que ésta, no va a tener correspondencia (y puede que sean así las mejores epístolas… como las que se arrojan al mar con furia). Te pido además, que tu espíritu sosegado ya, no se envilezca ahora que he desenterrado tu mayor miedo. Algo así como estar mirando ya al cielo y ahuecarte, todavía más si fuera posible, las cuencas vacías de los ojos, por el mal recuerdo del texto que dejaste un día colocado ahí para nosotros.
Lleva unas noches bastantes malas (alguna, no obstante, es espléndida y amanece tal y como se queda dormido), y has de saber, que sospecho que puede llegar a ser un enemigo común… tan tuyo, tan de él, tan nuestro. Hablo de el Horla, que así, sabiamente, lo hiciste nombrar.
Caray, qué se ser tan superior. A veces lo nota ya presente en su habitación con una respiración inhumana, propia del mundo de las sombras y luego juega con su víctima mezclándose con otros ronquidos de otra gente allegada que colinda... eso es poco lindo ¿no crees? Es entonces cuando el hijo no siente ningún miedo (miento) y acude en su búsqueda. Abre la nevera, mira el agua, va a otros compartimentos y lo intenta hallar dentro de los sacapuntas… aunque seamos los humanos los despojos de una madera carcomida en suma medida, por las ventanas; no vaya a ser que traspase la materia a su antojo. Ni ascienda como un anzuelo por las oquedades de una vulgar nariz (y defino vulgar a algo por donde penetra la vida a vaivenes). Pero sé que trama aprender de nosotros, tal y como un hombre puede aprender del comportamiento de un gato, o peor si cabe, de una cucaracha. Porque ello es tan omnipresente... Tal vez él sea el único ser humano dentro de todo este juego.
Sin ir más allá, sé que es quien le desata los cordones varias veces seguidas, en un lapso corto de tiempo, mientras camina aquel deportista sonriente por la calle, sin saber lo que le ha venido encima o quien le ha roto la correa del reloj por semejante sitio demasiadas veces a la misma persona.
Aun con todas, ni mi hijo ni yo hemos llegado a tus extremos de colocarle un vaso de leche para ver si se lo bebe o no, pero sí que él ha dormido con pañuelos al cuello y a la mañana siguiente han aparecido hechos un montículo sobre la cama. No le gustan los adornos, nos quiere tal cual: primitivos, arcaicos, maleables, débiles. Ni lucha, ni se le puede vencer, pero ahí está mirando su escena, porque un ser milenario es casi lo único que está en disposición de hacer. Creo que es el destino que cobra, en contadas ocasiones, una especie de visibilidad y acecho. No hay que temerlo. Sólo intentando contemplarlo ya es posible sacar algo positivo y aprender del Horla… si se deja ver, por supuesto.
Si hubiera una guerra mundial nuclear y se devastara lo existente ello seguiría expectante; acompañándonos por el simple hecho de mostrar cúal es nuestro techo... ergo su suelo.

Daniel Atienza

TE ESCONDES
                                  

                                          Te escondes en un rincón de mi memoria,
tú que un día partiste, sin despedida,
sin un abrazo, para el recuerdo,
pero se dentro de mi, siempre tendré tu luz encendida.

Como el agua corre por un manantial,
yo sin ti me siento perdida,
en lo mas oscuro mi noche,
te busco enloquecida.

De tu mano anduve caminos,
de tus cosquillas, fueron mis risas,
de tus besos, un amor tierno.
de tus cariños, mis caricias.

Hace años que te perdí,
ya veinte nubarrones,
partieron mi corazón,
sin explicaciones.

La muerte te llevo padre,
en una tarde de sol, sombría,
te llevo la que no olvida
cuando yo esperaba tu venida.

Ahora se, que meces los campos,
como alma libre, en los caminos del viento,
o en los juncos en movimiento,
siempre serás el que esta contento.

Como rugen las olas, en aquel acantilado,
en la mar, que siempre amabas,
con tus enseres de pesca,
pescador de otros mares donde vallas.

Tu sonrisa ante la vida,
una burla a la maldita  muerte,
un guiño a los que te recuerdan,
luchando en el timón de otras suertes.
Ana Albertos

Llevaba un seno al aire y…


Llevaba un seno al aire,
y en las manos una pregunta:
           
            ¿Me quieres?

¿Por qué no?, contestaron mis labios.

Unas manos roban un suspiro
y unos labios te piden un beso
que inocentemente das.

Sentiremos la suave brisa
            en nuestros cuerpos.

Llevaba un seno al aire,
y en las manos una pregunta:


            ¿Me amas?

            Sí, contesté.

javier saceda